martes, 13 de septiembre de 2011

Se reaviva el debate migratorio

El senador Robert Menéndez (D-NJ) y el congresista Luis Gutiérrez (D-IL) advirtieron ayer, sobre lo que calificaron como "riesgos de divisiones" en el movimiento pro inmigrante, a la hora de hablar sobre futuros cambios sobre inmigración en el Capitolio.
Ambos legisladores debatieron el tema, junto a la directora de Asuntos Intergubernamentales de la Casa Blanca, Cecilia Muñoz, el cantante Luis Enrique y el vicepresidente de IBC Bank, Eddie Aldrete, durante la reunión anual del Instituto del Caucus Hispano del Congreso (CHCI).
"Dream Act es reforma migratoria, es parte. Si ustedes lo permiten, nos separarán" dijo Gutiérrez. "Algunos republicanos son muy hábiles en decir sí a los dreamers y no a una reforma migratoria. Lo mismo con Ag Jobs. Eso es peligroso. No podemos tener una reforma, si todos los elementos se caen. Si vamos a dejar millones detrás", dijo Menéndez.
Una postura ciertamente distinta a la que el Caucus Hispano mostró el año pasado, luego de que los jóvenes realizaran diversas protestas a favor del Dream Act. ¿Un retroceso quizás? ¿O una respuesta anticipada a un nuevo contexto político?
Este jueves el presidente del subcomité de inmigración de la Cámara de Representantes, Lamar Smith (R-TX), editará el proyecto de ley para hacer obligatorio el uso de E-Verify, la única legislación migratoria, que podría tener resonancia en el Congreso.
El legislador ha promovido la iniciativa como "un generador de empleos", cuando sólo faltan dos días para que la mayoría republicana en la Cámara Baja presente un plan para incentivar trabajos, paralelo a la propuesta del presidente Barack Obama.
Fuentes al interior de grupos pro inmigrantes aseguraron que durante el verano, las oficinas de los legisladores indagaron respecto al nivel de aceptación que habría respecto a unir el proyecto de ley de E-Verify junto a Dream Act. La respuesta pareció unirse en una negativa amplia.
Por su parte, Gutiérrez dejó claro que sus expectativas sobre avances en inmigración en un futuro cercano son bajas. "El Congreso tiene muchos enemigos cuando se habla de una reforma migratoria. No creo que la tengamos antes de la siguiente elección y pienso que de ahí nos tomará un par de años", dijo.
A pesar de haber criticado a Obama en reiteradas oportunidades debido a su política de deportaciones, Gutiérrez fue enfático en destacar los cambios positivos, derivados de los nuevos anuncios en esta área, por parte de la Administración.
"No vimos al campeón que enviamos a la Casa Blanca, ser el campeón de nuestra comunidad. Cerca de 70% de los latinos votaron. Voy a trabajar muy duro para reelegir a este presidente. Si han visto, los debates se han dado cuenta que no tenemos amigos en el otro lado", insistió el congresista.
"Este es el tema de derechos civiles de nuestro tiempo. Cada latino debiera preguntarle a los candidatos republicanos, cuál es su posición frente a los 11 millones de indocumentados. Creo que la comunidad no presiona a los candidatos lo suficiente", dijo Menéndez.
Por su parte Muñoz enfatizó que el enfoque de la Casa Blanca está en generar empleos y mejorar la economía e insistió en que "no se puede construir la economía del futuro encima de un sistema roto de inmigración quebrado".
Luis Enrique comentó respecto a su experiencia como inmigrante indocumentado y cómo vivió en el país durante 10 años en ese estatus. El cantante hizo un llamado a pasar una reforma migratoria y hacer "lo correcto" para los más de 11 millones de personas en el país, sin papeles.

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